Ing. Joaquim Domingos Capela

mi luthier de violines

Ing. Domingos Capela
Ing. Domingos Capela
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Cierto día le pedí al Ing. Joaquim Domingos Capela para escribir un pequeño texto sobre mi violín, y para mi asombro, aquí está el resultado…
Gracias Ing. Joaquín Domingos Capela

Breve historia del Guarnerius

La ciudad de Cremona, Italia, fue en los siglos XVI, XVII y XVIII cuna de notables familias de violistas, entre otros Amati, Guarnerius, Stradivarius y Ruggeris, que proyectaron esta ciudad en toda Europa como el primer y mayor centro de construcción de violines.

Por la circunstancia y el espacio disponible, aquí se narrará una breve historia de la familia Guarnerius y algunos hechos aledaños. :smiley:

Andrea (1626-1698), el primer guitarrista de la familia, estudió en el taller de Nicolau Amati, como lo confirma la descripción de una de sus etiquetas: “Andrea Guarnerius alumnus Nicolau Amati fecit Cremonae sub titulo Sanctae Terefiae 16..”.

Son dos de sus hijos que continúan con el arte de la violaria.

Pedro (1655-1720) además de ser discípulo de su padre, estudió música en el área de violín y viola. En la década de 1980, dejó Cremona para instalarse en la ciudad de Mantua. Además de colaborar como instrumentista en la orquesta de la ciudad, sigue fabricando violines, reconocidos como los más exquisitos de la familia. Pasa a la historia de los guitarristas como “Pietro de Mantua”.

El otro hijo, Joseph (1666-1739), recibió su formación en la Casa Guarnerius, que llegó a dirigir tras la muerte de su padre.

Dos de sus seis hijos continúan la tradición.

El segundo Pedro (1695-1761) hacia 1724 deja Cremona rumbo a Venecia, donde el ambiente musical era de gran prestigio, rivalizando con otros centros como Roma y Florencia. Su obra tiene algunas originalidades distintas de sus predecesores y la influencia de la escuela veneciana. Es curioso que este guitarrero llegara a vincularse a la ciudad bajo el nombre de “Pietro de Veneza” como le sucedió a su tío.

Joseph (1698-1744) permaneció en la casa Guarnerius, donde fue aprendiz y ayudante de su padre, hasta alrededor de 1722, cuando creó su propio taller en la ciudad de Cremona, iniciando así una obra marcada por la creatividad y el cambio, en relación con la escuela familiar El contorno, arqueamiento y grosor de las tapas, la forma y dimensiones de los efes y la muy variable escultura de los parches son características únicas de sus violines, además de las cualidades acústicas. El refinamiento del trabajo no alcanzó los niveles de otros familiares.

No es casualidad que un violinista aficionado y banquero francés ofreciera a Nicolau Paganini (1782-1840) un violín construido por Joseph Guarnerius(II) en 1743, que fue su instrumento favorito en vida y al que denominó lo de “Cannon” por haber una gran potencia de sonido.

Paganini dona este violín a su tierra natal, Génova, que ahora se conserva y exhibe en un hermoso mueble en el Salón de Actos del Ayuntamiento, Palacio Tursi, tal como tuve la oportunidad de verlo en 1999.

Aunque las etiquetas no confirman ninguna cualidad de los instrumentos, es interesante señalar aquí algunas curiosidades.

Como se mencionó anteriormente, Andrea imprimió en su etiqueta: “subtítulo Sanctae Terefie”, todo sugiere que esta referencia a Santa Teresa la violista quería expresar una cierta devoción religiosa.

Los niños también imprimen el nombre de Santa Teresa en sus propias etiquetas, además de agregar el vínculo familiar: “filius Andrea”.

El nieto Joseph deja de lado estas referencias y estampa una cruz y el monograma JHS -Jesús Hominum Salvator-, símbolo religioso consagrado en el Imperio cristiano.

Es creíble que José imprimiera este monograma porque imaginó que Jesús estaba a su lado cuando construía sus violines. Sin embargo, se planteó otra hipótesis, la de que José hubiera recibido educación en un colegio de la Compañía de Jesús, Orden jesuita que usaba el símbolo JHS. Independientemente de las certezas o dudas sobre estas referencias, lo cierto es que este talentoso guitarrista llegó a quedar consagrado en la Historia como “Guarnerius del Gesu” o simplemente “del Gesu”.

En 1994 se exhibieron en el Metropolitan Museum de Nueva York veinticinco violines de “del Gesu”, entre ellos el famoso “Cannon”.

En el marco de esta exposición, que tiene lugar 250 años después de su muerte, se publicaron dos libros muy ricos bajo el título “Giuseppe Guarneri del Gesu”. El primer volumen contiene varias fotografías maravillosas de estos violines de tamaño natural, así como una breve historia de cada uno. El segundo volumen narra la vida de este guitarrista. También tiene contenidos muy interesantes como medidas y espesores de las tapas, detalles de los efes y cabezas, contornos y arqueado de las tapas. Adjunto también contiene una “Lista de Suscriptores” de varios países. De Portugal solo se menciona mi nombre, Joaquim Capela, pero debería ser Joaquim Domingos Capela, para evitar confusiones.

Con estos violines, obras de compositores famosos fueron grabadas por el gran violinista Elmar Oliveira, el primer estadounidense en ganar la medalla de oro (1er Premio) en el Concurso Internacional Tchaikovsky en 1978, en Moscú. Nació el 28 de junio de 1950 en Waterbury, Connecticut, de una pareja de emigrantes portugueses de Murtosa, Aveiro.

La construcción del violín

En el año 2000 construí mi violín No. 9 el cual busca ser una copia del “Cañón”. Para ello se utilizaron elementos fotográficos y geométricos contenidos en los dos volúmenes mencionados.

La tapa armónica, de pino de los Alpes y compuesta de dos partes, tiene anillos de crecimiento (grano o fibra) estrechos en el centro, ensanchándose hacia el exterior. Los efes, largos y puntiagudos, cortados con mucha precisión, retratan una de las características más emblemáticas de los violines del Gesú. La barra armónica, colocada según la regla de la séptima, tiene una altura de 12,5 mm y un espesor de 5 mm.

El fondo está hecho de arce con la ondulación dispuesta simétricamente cerca del original, pero en dirección hacia abajo. La tapa y el fondo tienen los contornos y arcos del original, pero los espesores se desvían parcialmente porque se buscó una afinación con el intervalo de medios tonos entre ellos, llegando respectivamente a D# y E. Los pesos fueron 70 y 102 gramos.

Los costados, moldeados en un molde exterior, están hechos de arce ondulado dispuestos simétricamente. Estos están conectados por bloques y cenefas en pino de los Alpes y juntos pesan 54 gramos.

Los parches de los violines “del Gesu” tienen una geometría muy variable y tienen un acabado descuidado. El del “Cannon” tiene un aspecto densamente macizo y contrasta con otros frontalmente ahusados. No será exagerado recordar aquí un viejo dicho: “cada cabeza, cada frase”. Por analogía, se podría decir: “cada violín, cada cabeza”.

El barniz, aplicado con pincel, fue formulado a base de alcohol y resinas, como sandaraca, masilla en lágrimas, goma laca sin cera, goma elemí, esencia de trementina, esencia de lavanda, aceite de ricino, etc. se obtuvo mediante la adición de colorantes como extracto de ratany, goma gutta, santal y aloe.

El montaje del caballete, núcleo, clavijas, cuerdas y estandarte se basó en reglas estandarizadas para el violín moderno, aunque hubo correcciones al gusto del propio violinista.

Los parámetros acústicos del violín, a saber, la potencia, la proyección, la igualdad entre las cuerdas, las características del timbre y la “tocabilidad” dominan el sonido que buscan los instrumentistas. Y este actor es el verdadero juez. En el presente caso, el juez de mi violín será el violinista Gaspar Fonseca dos Santos , para quien fue construido.

Joaquim Domingos Capela
Diciembre 2007
São Fêlix da Marinha
V. N. de Gaia
Portugal